¿Por qué empiezan las guerras y qué determina su naturaleza?Durante mucho tiempo las respuestas a esta pregunta estaban relacionadas con teorías realistas y de balance de poder. Sin embargo, actualmente la tendencia es formular teorías que expliquen la naturaleza de las guerras por medio de factores de política interna. Este artículo analiza éstas teorías (domestic politic approach). Es importante resaltar, que dado que el estudio de estos factores es relativamente nuevo, no existe ninguna teoría aceptada por todos los investigadores, de hecho por cada teoría que hay sobre este tema, existe una que explica el mismo fenómeno en sentido opuesto.
Marco conceptual general
A pesar de lo explicado anteriormente, estas teorías tienen lo siguiente en común:
Propuesta
La política interna, en especial las instituciones de un país, afectan las decisiones de paz y guerra.
Supuestos
Todos los líderes buscan mantenerse en su cargo e intentan que las decisiones de política exterior que tomen los ayuden a manterse en él.
Las instituciones son importantes porque determinan cómo los líderes obtienen y pierden puestos.
Los lideres políticos y los votantes tienen preferencias muy variadas de política exterior.
A continuación se describirán dos de las principales variantes de este marco general, el modelo de las restricciones de opinión pública y el de costos de audiencia.
Restricciones de opinión pública
Estudia cómo las instituciones afectan la relación entre la opinión pública y la política exterior. La esencia de este modelo es que los políticos buscan mantener su cargo sirviendo al interés público, que miden mediante encuestas de opinión pública. Una pregunta crítica para esta teoría es: ¿Qué clase de política exterior prefiere la gente?
Respuesta #1: Políticas baratas
Predicción: Las democracias deben ser menos propensas a iniciar guerras y una vez empezada intentaran que se sean cortas y baratas.
Respuesta #2: Políticas exitosas
Predicción: Las democracias son mucho más conservadoras a la hora de lanzarse a aventuras militares y solo lo hacen cuando están seguros de que lograran la victoria; mientras que los lideres autoritarios son más propensos a las guerras, ya que saben que su cargo no está en juego.
Es importante mencionar que la necesidad de políticas exitosas tiene efectos perversos, pues los líderes con baja popularidad, pueden decidir iniciar una guerra en la cual creen saldrán victoriosos, solo para adquirir apoyo popular. Por otro lado, los líderes de democracias recién formadas pueden hacer algo similar con el fin de consolidarlas.
Respuesta #3: Políticas que representen ganancias.
Predicción: Las democracias van a la guerra cuando las ganancias de éstas se pueden traducir en bienes públicos; mientras que las autocracias lo hacen cuando el líder ve la posibilidad de convertir las ganancias en bienes privados.
Ideas respaldadas por evidencia empírica robusta
Existe evidencia robusta que apoya lo siguiente:
La popularidad de los líderes cae al aumentar el número de bajas nacionales en una guerra.
Las democracias pelean guerras mas cortas, por las estrategias y por las guerras que eligen pelear.
Los líderes electos democráticamente tienen mayores probabilidades de salir victoriosos de las crisis internacionales.
Ideas en las que existe evidencia mixta (es decir evidencia que apoya y a la vez evidencia que contradice las siguientes ideas):
Los líderes de estados autocráticos están concientes de lo anterior y en ocasiones deciden iniciar disputas con estados democráticos sabiendo que éstos preferirán ceder que iniciar una guerra.
Las democracias son más pacíficas que las autocracias.
Las democracias extraen más ganancias de las guerras.
Los soldados de los países democráticos están menos dispuestos a pelear.
Los soldados de los países democráticos están mejor entrenados.
Los cargos de líderes electos con amplio apoyo legislativo son menos vulnerables al resultado de una guerra, por lo cual tienen menos restricciones para iniciar una guerra.
Los estados recién formados son más proclives ala guerra.
Costos de audiencia
El primer supuesto de este modelo formulado por Fearon en 1994 es que la guerra es una solución ineficiente a problemas de negociación. La razón para llegar a este tipo de soluciones es cuando el estado A falla en darle a conocer al estado B sus verdaderas intenciones y su grado de tolerancia. El enfoque teórico es la capacidad del líder de descifrar las intenciones de su oponente. El costo de audiencia de este modelo está basado en el efecto indirecto de castigos electorales anticipados y asume que durante crisis internacionales los estados no saben que tan proclive es el otro estado a la guerra. Los costos de ir a la guerra de un estado están relacionados con su decisión así como la de su oponente, los países tienen incentivos para adoptar políticas que los lleven a un paso de la guerra para hacer que su oponente revele información creíble acerca del nivel de acuerdo.
En este modelo la política interna entra en juego en el momento en que los líderes consideran qué pasaría si se rinden.
Predicciones:
Según este modelo si un país se rinde, los votantes lo tomaran cómo una falla de política y castigaran en las urnas a los lideres responsables de esta decisión.
Los líderes de los países autoritarios son más libres de rendirse, y por eso pueden hacer bluffs.
Cuando las democracias hacen más grave un conflicto y dan la señal de que son capaces de ir a la guerra es porque “they really mean it”.
Cuando las autocracias lo hacen no significa nada contundente, porque tienen más capacidad de bluffear
Evidencia empírica
La evidencia empírica de este modelo esta en una etapa preeliminar, sin embargo parece que la hipótesis de que cuando una democracia deja que se agrave un conflicto, el otro país probablemente se rendirá, parece ser verdad. Por otro lado se ha visto que cuando dos democracias están en conflicto es más fácil que lo resuelvan, que si se enfrentan un país democrático y uno no democrático. También se dice que otros países pueden ceder ante las democracias más fácilmente porque sus exigencias son menores.
Nuevas direcciones
Existen varios huecos teóricos y empíricos en el estudio de la relación entre política interna y externa, los más importantes son:
¿Cómo las instituciones afectan la calidad de la información que se les da a los líderes? ¿La información es mejor en las democracias o en los regimenes autoritarios?
¿Cómo es la relación en sentido inverso?
¿Por qué las democracias, a pesar de salir victoriosos el mayor numero de veces de las guerras, atraen tantos ataques?
Bueno de Mesquita, Bruce; James D. Morrow; Randolph M. Siverson; Alastair Smith. 2004. “Testing Novel Implications from the Selectorate Theory of War” World Politics 56: 363-88 .
Fearon, J. D. 1994. "Domestic Political Audiences and the Escalation of International Disputes” American Political Science Review 88: 577-92.
Mansfield, E. D. And Jack Snyder. 2002. “Democratic Transitions, Institutional Strength, and War” International Organization 56: 297-337.
Reiter , Dan and Allan Stam. 2003. “Identifying the Culprit: Democracy, Dictatorship, and Dispute Initiation” American Political Science Review 97: 333-37.
Rioux, J.B. 1998. “A Crisis-Based Evaluation of the Democratic Peace Proposition” Canadian Journal of Political Science 31: 263-83.
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