Los efectos en la asistencia electoral de encuestas en persona, llamadas telefónicas y correo directo: un experimento de campo[i]
Alan Gerber y Donald Green
Los autores se plantean la hipótesis de que el hecho de que se lleven a cabo encuestas electorales de manera personal, incrementa de manera efectiva la asistencia de los votantes el día de las elecciones en mayor medida que las encuestas vía telefónica y que el correo directo. Por esta razón los autores crearon, a través de diversas empresas profesionales de encuestas, un estudio experimental en donde lazaron una serie de experimentos de asistencia electoral en la cual seleccionaron de manera aleatoria hogares en donde presentaron correo directo, llamadas telefónicas y se presentaron encuestadores personalmente antes de las elecciones generales del 3 de noviembre de 1998 en New Heaven, Connecticut.
La muestra se llevó a cabo únicamente con alrededor de 30,000 individuos, cuya participación en las elecciones de 1998 pudiera ser revisada en los registros públicos. Es importante mencionar que la muestra se dividió en grupos de control y grupos experimentales para cada uno de los métodos. La asignación del experimento de las encuestas personales fue diseñada de manera que no fuera correlacionada ni con el experimento telefónico ni con el de correo directo, con el fin de separar cada uno de manera separada. El experimento se llevó a cabo de la siguiente manera:
a) El procedimiento de encuesta personal se hizo durante los últimos cuatro sábados y domingos previos a la elección, y únicamente se lograron encuestar 1, 615 personas (28%) de las 5,794 seleccionadas para ser entrevistadas de manera personal. La manera en que se le dio seguimiento a la encuesta fue a través de 3 maneras: el deber cívico, la cercanía de la elección y la solidaridad en la zona.
b) El experimento del correo directo tuvo la intención de medir el efecto de la asistencia electoral en cuanto al número de correos recibidos y la trasmisión del mensaje. Los correos se enviaron en tres intervalos anteriores a la elección: con 15 días de anticipación, 13 días y 8 días.
c) El experimento de las llamadas telefónicas se llevó a cabo 3 días previos a la elección e incluso el mismo día de la votación. La duración de las llamadas fue de aprox. 30 segundos y sólo 2,166 personas (32.1%) de las 6, 754 existentes de este grupo se lograron localizar.
Los resultados demostraron, mediante regresiones OLS, que las encuestas personales resultaron ser altamente efectivas, en mayor medida que el correo y que las llamadas telefónicas. Lo que esto implica, argumentan los autores, es que la disminución de la asistencia electoral puede deberse al carácter cambiante de las campañas norteamericanas. Es decir, aunque el volumen de la actividad de movilización sigue siendo considerable, su creciente naturaleza impersonal llama a menores personas a las votaciones. Las conclusiones sugieren la importancia de diferenciar las maneras personales e impersonales de contacto político. Sin duda, las encuestas personales, tienen una gran influencia sobre participación del votante. No obstante, existen ciertos aspectos del experimento que dejan aún un agujero en la teoría, pues aunque se eligieron a los electores de manera “aleatoria” pudo haber coincidido que los electores encuestados hayan sido partidista y no apartidistas, de ahí el “gran impacto” de las encuestas personales y en segundo lugar, no cabe duda de que las encuestas personales pueden llegar a atraer a más personas a las urnas en día de la elección, sin embargo si cada partido gastara dinero en mandar encuestadores a todo el país, el dinero destinado a eso sería una cantidad garrafal.
[i] Gerber and Green. 2000. The Effects of Canvassing, Telephone Calls, and Direct Mail on Voter Turnout: A Field Experiment. American Political Science Review, 94: 653-63.
Alan Gerber y Donald Green
Los autores se plantean la hipótesis de que el hecho de que se lleven a cabo encuestas electorales de manera personal, incrementa de manera efectiva la asistencia de los votantes el día de las elecciones en mayor medida que las encuestas vía telefónica y que el correo directo. Por esta razón los autores crearon, a través de diversas empresas profesionales de encuestas, un estudio experimental en donde lazaron una serie de experimentos de asistencia electoral en la cual seleccionaron de manera aleatoria hogares en donde presentaron correo directo, llamadas telefónicas y se presentaron encuestadores personalmente antes de las elecciones generales del 3 de noviembre de 1998 en New Heaven, Connecticut.
La muestra se llevó a cabo únicamente con alrededor de 30,000 individuos, cuya participación en las elecciones de 1998 pudiera ser revisada en los registros públicos. Es importante mencionar que la muestra se dividió en grupos de control y grupos experimentales para cada uno de los métodos. La asignación del experimento de las encuestas personales fue diseñada de manera que no fuera correlacionada ni con el experimento telefónico ni con el de correo directo, con el fin de separar cada uno de manera separada. El experimento se llevó a cabo de la siguiente manera:
a) El procedimiento de encuesta personal se hizo durante los últimos cuatro sábados y domingos previos a la elección, y únicamente se lograron encuestar 1, 615 personas (28%) de las 5,794 seleccionadas para ser entrevistadas de manera personal. La manera en que se le dio seguimiento a la encuesta fue a través de 3 maneras: el deber cívico, la cercanía de la elección y la solidaridad en la zona.
b) El experimento del correo directo tuvo la intención de medir el efecto de la asistencia electoral en cuanto al número de correos recibidos y la trasmisión del mensaje. Los correos se enviaron en tres intervalos anteriores a la elección: con 15 días de anticipación, 13 días y 8 días.
c) El experimento de las llamadas telefónicas se llevó a cabo 3 días previos a la elección e incluso el mismo día de la votación. La duración de las llamadas fue de aprox. 30 segundos y sólo 2,166 personas (32.1%) de las 6, 754 existentes de este grupo se lograron localizar.
Los resultados demostraron, mediante regresiones OLS, que las encuestas personales resultaron ser altamente efectivas, en mayor medida que el correo y que las llamadas telefónicas. Lo que esto implica, argumentan los autores, es que la disminución de la asistencia electoral puede deberse al carácter cambiante de las campañas norteamericanas. Es decir, aunque el volumen de la actividad de movilización sigue siendo considerable, su creciente naturaleza impersonal llama a menores personas a las votaciones. Las conclusiones sugieren la importancia de diferenciar las maneras personales e impersonales de contacto político. Sin duda, las encuestas personales, tienen una gran influencia sobre participación del votante. No obstante, existen ciertos aspectos del experimento que dejan aún un agujero en la teoría, pues aunque se eligieron a los electores de manera “aleatoria” pudo haber coincidido que los electores encuestados hayan sido partidista y no apartidistas, de ahí el “gran impacto” de las encuestas personales y en segundo lugar, no cabe duda de que las encuestas personales pueden llegar a atraer a más personas a las urnas en día de la elección, sin embargo si cada partido gastara dinero en mandar encuestadores a todo el país, el dinero destinado a eso sería una cantidad garrafal.
[i] Gerber and Green. 2000. The Effects of Canvassing, Telephone Calls, and Direct Mail on Voter Turnout: A Field Experiment. American Political Science Review, 94: 653-63.
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