Mayer, William G., “In Defense of Negative Campaigning”, Political Science Quaterly, vol. 111, no. 3, 1996, pp. 437-455.
El objetivo del autor es convencer al lector de que las campañas negativas tienen más ventajas que desventajas. Las campañas negativas están consideradas como un elemento perjudicial para el sistema político. No sólo alientan el abstencionismo y la desconfianza hacia los políticos sino que reducen la calidad del debate y atentan contra la integridad del sistema político. Sin embargo, escribe el autor, son necesarias y su uso es legítimo en toda competencia electoral.
Todo aspirante a un cargo de elección popular, si propone cambiar las cosas, primero debe demostrar que el sistema actual no está funcionando. No sólo eso, sino que también debe demostrar que el sistema no funciona a causa del funcionario que está al mando. Cuando se realiza una elección es natural hacer un balance entre las ventajas y desventajas de las distintas opciones disponibles. Las campañas negativas se centran en las debilidades y fallas del oponente. Es necesario que alguien informe no sólo de las virtudes del candidato sino también de sus defectos y equivocaciones. Por ello, la información que presentan las campañas negativas es definitivamente necesaria para hacer una elección inteligente.
Otra ventaja de este tipo de campañas es que constriñen al candidato a ser honesto, lo que de otra forma no sería. Si los candidatos supieran que sus adversarios no pueden criticarlos, hacer públicos sus errores y negocios sucios, las campañas se llenarían de promesas irreales, mentiras y exageraciones, lo cual dejaría al votante con información incompleta sobre el candidato. Por esta razón, incluso las campañas que se centran en la personalidad del candidato no pueden ser soslayadas. Las características personales como el temperamento, habilidad, carácter y capacidad de decisión sí importan. No es un hecho desconocido que muchas personas valoran más este tipo de capacidades en el momento de hacer la elección.
Finalmente, las campañas negativas son uno de los recursos más importantes para los challengers puesto que sin ellas no podría mostrar las debilidades y pocos alcances de su oponente y luego indicar porqué él lo haría mejor y cómo. Sin este recurso, los challengers tendrían muy baja probabilidad de ganar la elección.
El autor nunca hace mención a los efectos negativos que las campañas negativas tienen en las elecciones. Si bien es cierto que existe gran número de estudios que se encargan de esto, es necesario balancear las ventajas y desventajas de este tipo de campañas. Hace falta en el artículo menos discurso y más información. No presenta ningún argumento a favor de las campañas positivas, sin duda el artículo está “sesgado”. El autor menciona muy poco la importancia de mesurar el grado de “negatividad” de las campañas. No está por demás recordar que las campañas que incurren en calumnias, exageraciones y mentiras pueden tener un efecto adverso en las elecciones si no hay un actor encargado de vigilar que no se llegará a tales extremos.
jueves, mayo 18, 2006
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