Las investigaciones sobre los efectos de la emigración en la economía de los hogares de origen han omitido sistemáticamente el impacto de la ausencia de ciertos miembros sobre la asignación de recursos entre la progenie y, por tanto, en el fortalecimiento o compensación de ciertas clases de desigualdad social, como la de género (Chen 2006). Este estudio evalúa las consecuencias de los cambios en el ingreso familiar y en el poder de negociación entre los padres (Thomas 1990, 1996, Quisumbing y Maluccio, 1999, 2000), ocasionados por la recepción de remesas y la ausencia del jefe de familia tradicional, en la decisión de distribución de recursos entre hijas e hijos menores de 15 años. Se utiliza la Encuesta Nacional sobre los Niveles de Vida de los Hogares para comparar la asignación de la inversión en educación y salud de los hijos entre hogares mexicanos con jefes de familia emigrados a EUA y sin emigrantes, por medio de un modelo de decisión colectiva cooperativa (Chiappori 1992). Encontramos una relación positiva entre el poder de negociación de la madre y una asignación de recursos compensatoria de la desigualdad de género socialmente predominante, aunque a partir de cierto umbral de ingreso, el incremento del mismo revierte esa tendencia.
Mónica L. Caudillo Contreras
Anaid Reyes Hernández
Mónica L. Caudillo Contreras
Anaid Reyes Hernández
3 comentarios:
Es ambigua la relación, ya que no necesariamente hay proceso causal entre el ingreso y el poder de negociación, no tienen niguna evidencia de que el simple hecho de que los cambios en el ingreso familiar tengan la suficiente fuerza como para modificar un patrón cultural y una visión machista tan arraigado. Tal vez la simple relación causal que puede existir entre estos dos aspectos, social y económico constituiría un trabajo de investigación, por lo que considero peligroso que lo den por hecho, ya que es una variable tan importante en su trabajo.
Concuerdo con la idea de Romo de que es muy probable que la mayor disponibilidad de ingreso en el caso de los emigrantes se vea reflejada en un aumento en todas las áreas de gasto de la familia: salud y educación incluidas. Una comparación entre familias, también debe evaluar la redistribución del gasto en los distintos rubros de gasto familiar. Es decir, saber si hubo variaciones entre rubros de un mismo tipo de familia, en este caso los emigrantes.
Concuerdo con los comentarios de mis compañeros acerca del efecto que el nuevo ingreso (remesas)tiene sobre el gasto de los hogares y cómo se hace éste. Sin embargo, me parece una carencia de su abstract que no detallen, aunque sea mínimemente, cómo se da la relación entre los poderes de negociación de los padres y el gasto de los hogares. Me parece que implican que las mujeres orientan más gasto a la educación y salud de los hijos y los padres no. ¿Acaso a los hombres no les importa igualmente la salud y educación de sus hijos?
Además creo que su variable tiene un sesgo de origen: si el padre de familia está fuera del país, los gastos relativos en todos los rubros familiares que atañen a la madre y los hijos aumentan automáticamente, si el padre está ausente no puede gastar nada. Sería importante encontrar una medición más precisa para medir esta variación del gasto en los hogares que realmente apoye su teoría.
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