miércoles, mayo 23, 2007

RL2 Wittman sobre campañas/ Coattail británico

Si los votantes no están informados, deberían esperar que las campañas no sean honestas y la calidad del político no pueda descifrarse ¿Por qué los votantes prestarían atención a las campañas? Porque la competencia crea alternativas por las que los grupos de presión quieran decir la verdad sobre la calidad de los candidatos.[1] Siempre gana el mejor candidato. Como otros artículos de Wittman, éste va en contra de la explicación tradicional de las campañas y de la literatura que presentamos hace unas semanas.[2]

Presento la base del modelo. Wittman argumenta que la utilidad del votante es U (x, xC, QC) = - xC –x + QC dónde valúa dos dimensiones: x la posición del candidato en un continuo de política y Q la calidad del político. Hay un acuerdo en qué calidad es mejor, pero no cuál posición de política; mas los votantes no observan Q. La utilidad de los grupos de presión es W(p, xC, QC) = - xC –p + DQC dónde la posición preferida del grupo es p cuando el candidato gana D=1.[3] Los grupos de interés tratarán de hacer contribuciones para definir el espacio de política (campaña informativa) o la calidad del candidato (campaña persuasiva). El grupo es también un grupo de votantes; si el resultado de la elección sin contribución es similar al resultado con contribución, el grupo elegirá al candidato con mayor probabilidad de ganar.

En la elección, los candidatos presentan ofertas simultáneas en las dos dimensiones, después los grupos escogen. Los votantes saben que el grupo seleccionó a un candidato pero no saben cuál viendo la posición de política. Sin contribución, los candidatos buscarán la media, con contribución el candidato sin contribución buscará una posición tan lejana como la contribución del otro. Sin embargo, los votantes prefieren al candidato con contribución; suponen que el grupo invirtió en el candidato que de todos modos iba a ganar.

Lo más criticable del modelo es que depende poco de las reglas. La primera explicación es decir que Wittman debería considerar más dimensiones para la utilidad de los grupos de interés como reelección o constituency service. La segunda explicación, menos intuitiva, es decir que la posición de los candidatos no es tan relevante en tanto los votantes ya la identifican con el partido o con las acciones del candidato en el gobierno anterior a la elección. Pero, contra mi segunda crítica, hay estudios que señalan que los votantes dividen su boleta.

En la lógica de nuestro trabajo, las probabilidades de ganar un distrito con primer ministro o con representante local determinan si el partido invierte en uno o en otro respecto de calidad. El aporte de Wittman es ayudar a pensar nuestro modelo. No sería irracional esperar que los partidos busquen que propios candidatos inviertan en aquellos candidatos que de por sí ganarían y que medir el coattail effect por la selección de candidato sea una buena estrategia. Pero también, las votaciones dependerían menos del coattail como de la calidad real del candidato.



[1] Wittman, Donald. Candidate quality, pressure group endorsements, and the nature of political advertising, working paper, University of California, Santa Cruz, 2004.

[2] Éste es un paper más teórico y analizamos a los grupos de presión como partidos políticos. De tras, la implicación es similar al artículo que vimos en clase: no es muy costoso informarse sobre la calidad y posición de los candidatos en las democracias porque los grupos de interés señalizan.

[3] Wittman señala que esto sólo indica una distribución normal de preferencias y que el resultado no cambia si la distribución es diferente.

2 comentarios:

Bruno Verdini dijo...

En cierto modo, con ciertas restricciones, la calidad de un candidato resulta una variable que puede extenderse por encima del debate presidencialismo-parlamentarismo; en consecuencia un paper sobre Estados Unidos por Stone, Maisel & Maestas “Quality Counts: Extending the Strategic Politician Model of Incumbent Deterrence” (American Journal of Political Science, 2004) resulta un complemento a la pregunta que ustedes plantean: ¿En qué manera los partidos invierten en la campaña de sus candidatos? Bajo dos ópticas: ¿Qué características resultan atractivas para el electorado? ¿Cuál es la magnitud de la calidad del candidato? El paper es interesante porque discute las distintas posturas en la literatura sobre lo que implica calidad en un candidato, por encima de la visión que sólo se enfoca en su capacidad para recabar votos en una elección. Argumenta que la conducta estratégica por parte de los “incumbents,” su “firepower” (experiencia y recursos) es un fuerte “deterrent” de “challengers” con pocas cualidades individuales. En consecuencia, los partidos que no están en el poder no presentan a sus mejores miembros más que en aquellos distritos en los que el incumbent ha mostrado fuerte incompetencia o se ha visto bajo un escándalo. Es posible que el financiamiento también siga esta lógica.

Abi dijo...

Me parece que hacen un buen trabajo localizando lo que les puede servir para su propia investigación. Creo que la atención que ponen al asunto de las reglas es importante, sobre todo al momento de pensar en su trabajo. Creo que para ser un reporte dejaron muy poco digerido el modelo. Tal vez a ustedes que leyeron el paper les parezca muy clara la intuición pero creo que al resto de los lectores nos habría servido ver el análisis del modelo más que las ecuaciones.