domingo, mayo 06, 2007

BC: Coattail británico

Las campañas ayudan a los votantes indecisos a identificar la calidad de los candidatos (Coate 2004) más que sus propuestas. Pero el supuesto de esta conclusión es que las campañas sólo dicen la verdad sobre los atributos personales del candidato; la información sobre la calidad del candidato también depende de la competencia entre campañas y de la reputación previa (Kihlstrom y Riordan 1984). Bajo una competencia persuasiva, las campañas tienden a contrarrestar las asimetrías en los ingresos de los partidos porque actualizan las expectativas de votantes racionales (Vanberg 2005); en nuestro estudio, dejaremos aparte el problema de los grupos de interés para considerar todo el financiamiento. Vanberg argumenta que se puede dividir la información sobre la calidad de los candidatos que tienen los votantes en cada distrito: ésta es la guía de nuestra investigación.

1. Lanouse, David J., Barbara Headrick, Prime Ministers, Parties, and the Public: The Dynamics Of Government Popularity in Great Britain en The Public Opinion Quarterly, Vol. 58, No. 2. (Summer, 1994), 191-209.

Desde 1960, ya no hay una conexión entre clase y partido, así, las acciones de los partidos son menos predecibles que antes. Los miembros del Parlamento pueden ser vistos como instrumentos del primer ministro (PM), quien pone la agenda del partido y determina sus objetivos. Así, la popularidad del PM ha aumentado. Esto ha impactado en el apoyo a los partidos. ¿Qué demuestra este artículo? Contestando a la crítica de Cacho: al contrario de EE.UU., los votantes británicos no favorecen al partido de un líder (presidente) popular causando así un cottail effect, sino que tienen que favorecer al partido de su candidato preferido para que los gobierne. Así, el cottail effect ocurre a la inversa. Se le puede denominar racional: los votantes tienen un objetivo en mente (la elección de su candidato preferido); el medio para llegar a éste es votar por el mayor número de representantes del mismo partido.

2. Johnston, R. J., Charles Pattie, Inconsistent Individual Attitudes within Consistent Attitudinal Structures: Comments on an Important Issue Raised by John Bartle's Paper on Causal Modelling of Voting in Britain en British Journal of Political Science, Vol. 30, No. 2. (Apr., 2000), 361-374.

El artículo es una crítica al modelo de John Bartle para predecir las elecciones de los votantes. Básicamente su modelo argumenta que las posiciones de izquierda-derecha son importantes para determinar las elecciones partidistas del votante. Esto implica que las personas tienen, relativamente, posiciones permanentes en los objetos que usualmente se identifican con sus actitudes, por lo que éstas sirven para predecir sus comportamientos al momento de votar. Así, hay cierta consistencia, a través del tiempo, en la manera en que las personas votan. Utilizando un análisis de panel, los autores demuestran lo contrario: las personas son inconsistentes a través del tiempo (ellos analizan periodos de 2 años). La utilidad para el trabajo es que apoya la idea de que los votantes británicos pueden ser fácilmente persuadidos por una campaña. Al no tener una posición fija, de izquierda o derecha, los votantes pueden ser atraídos por plataformas políticas atractivas.

3. Nadeau, Richard, Richard G. Niemi; Timothy Amato, Prospective and Comparative or Retrospective and Individual? Party Leaders and Party Support in Great Britain en British Journal of Political Science, Vol. 6, No. 2. (Apr., 1996), 245-258.

Las evaluaciones de los votantes sobre los líderes de los partidos no son retrospectivas ni individuales, sino comparativas y prospectivas. Para probar esto se compara el desempeño de dos variables. Una mide la aprobación que tiene el líder del partido, ésta está orientada retrospectiva e individualmente. La otra compara a los líderes de los partidos y sus plataformas políticas: los votantes evalúan quién es el mejor prospecto para primer ministro (PM). Ambas variables tienen un impacto en el apoyo al partido. No obstante, la variable orientada prospectiva y comparativamente tiene un mayor impacto. Este artículo es útil porque nos habla de la racionalidad de los votantes. Al ser prospectivos, los votantes sí pueden ser persuadidos por una buena campaña. Que sean comparativos implica que, aunque un candidato para PM no tenga una gran aprobación, puede ser visto como un mejor prospecto comparativamente.

4. Blunder, Jay G., Holli A. Semetko, Mass Media and Legislative Campaigns in a Unitary Parliamentary Democracy: The Case of Britain en Legislative Studies Quarterly, Vol. 12, No. 3. (Aug., 1987), 415-443.

Los candidatos al Parlamento realizan campañas cuyo contenido enfatiza políticas de impacto nacional. Las de impacto local se tratan en mucho menor grado. Así, los partidos en cada distrito operan bajo la sombra de los headquarters nacionales, organizando, gastando y publicando menos que ellos. Además, los medios de comunicación más importantes (i.e. de difusión a nivel nacional) se enfocan en las políticas nacionales. El resultado: los votantes se interesan más en estas políticas. Nosotros sostenemos que los partidos maximizarán las campañas locales en los distritos competidos para que los votantes desvíen su atención del posible primer ministro. ¿Cómo hacer que el votante se centre en las políticas locales si es constantemente bombardeado por medios de comunicación sobre las políticas nacionales? Los partidos tendrían que invertir fuertemente en campañas locales. El artículo nos puede servir para elaborar variables que midan el principal efecto de nuestra hipótesis: la destrucción del cottail effect.


5. Pattie, Charles J., Ronald J. Johnston, Edward A. Fieldhouse Winning the Local Vote: The Effectiveness of Constituency Campaign Spending in Great Britain,1983-1992 en The American Political Science Review, Vol. 89, No. 4. (Dec., 1995), 969-983.

La conclusión más relevante para nuestro análisis es que mientras el competidor invierta más dinero en la campaña de un distrito con el partido opuesto sube su apoyo y merma el del incumbent. Los autores controlan una variable derivada de nuestra hipótesis: la simultaneidad del gasto en una circunscripción; el partido conservador gana más votos de invertir más; sin embargo, en otras circunscripciones, reduce el número de votos. Los autores controlan los efectos de la campaña de un partido sobre los votos del otro con dos variables los gastos de los partidos rivales en elecciones anteriores la elección anterior ¿Invierten los partidos en campañas persuasivas?

6. Johnston, R. J., C. J. Pattie, Campaigning and Advertising: An Evaluation of the Components of Constituency Activism at Recent British General Elections en British Journal of Political Science, Vol. 28, No. 4. (Oct., 1998), 677-685.

Los autores tienen la intuición de que los partidos gastan más en campañas de los que éstas agregan votos. Su variable dependiente es una tasa entre el porcentaje de votos entre dos partidos; los autores crean esta variable para los tres partidos en cada distrito. Encontraron que si el competidor gasta más de lo que predicho por otros partidos la tasa aumentaba en su favor, así también la proporción aumenta cuando hacen campañas más agresivas. Ésta conclusión puede compararse con la definición de campaña persuasiva. Nuestro análisis quizá pueda contestar a su pregunta: los partidos gastan más de lo que necesitan porque no hacen campañas persuasivas con el representante.

7. Steven D. Levitt, Using Repeat Challengers to Estimate the Effect of Campaign Spending on Election Outcomes in the U.S. House en The Journal of Political Economy, Vol. 102, No. 4. (Aug., 1994), 777-798.

En ambos estudios, el partido liberal democrático obtiene menor significancia al gastar más, pero no al anunciarse más. Éste es el partido más débil nacionalmente, por lo que en nuestro estudio deberíamos esperar que opte por estrategias diferentes para sobrevivir y controlar estas estrategias. Nuestra hipótesis tiene un sesgo, suponemos que los partidos son fuertes nacionalmente, pero quizá el partido liberal busque maximizar a sus representantes antes que cualquier candidato a primer ministro. También, siguiendo el razonamiento de Levitt para las campañas americanas, hay que controlar los factores específicos del distrito y la competencia entre los mismos candidatos, en Gran Bretaña los candidatos de los tres partidos más grandes no suelen cambiar mucho; en el caso de las características del distrito los estudios de la Comisión Electoral señalan un problema:

8. Adams, James, A Theory of Spatial Competition with Biased Voters: Party Policies Viewed Temporally and Comparatively en British Journal of Political Science, Vol. 31, No. 1. (Jan., 2001), 121-158.

Según la ley de Duverger, en un sistema mayoritario sin representación proporcional debería existir bipartidismo; Duverger estudió la tendencia de los partidos británicos y los liberales democráticos tendían a desaparecer. ¿Por qué no lo hicieron? Éste paper señala que ellos son el votante mediano, nunca aspiran a una mayoría parlamentaria por lo que maximizan las campañas de sus representantes mientras los otros partidos ayudan para que, tras la elección, formen un gobierno de coalición. Pero el sistema mayoritario obliga a los partidos a ganar y no a sobrevivir; las campañas en Inglaterra se diseñan para reducir los votos de los partidos rivales.

9. The Electoral Commission, Election 2001 Campaign Spending Londres, The Electoral Commission, 2002.
The Electoral Commission, Election 2005 Campaign Spending Londres, The Electoral Commission, 2006.

Una variable más por controlar es el efecto del partido local. Tras la creaciónde parlamentos locales en Irlanda del Norte y Escocia, los partidos que representaban a esas regiones han desaparecido del parlamento central; sin embargo, aún permanece un partido Galés (Plaid Cymru), pues Gales no tiene parlamento. Este partido sólo realiza campaña en su región y tampoco busca competir realmente por la candidatura a primer ministro. De estos partidos, no esperamos un coattail effect, pues deberían anunciar más a sus representantes al parlamento que al primer ministro.

10. Bases de datos:
Hemos encontrado dos fuentes empíricas para nuestro estudio: The House of Commons, UK Election Statistics: 1945-2003: Research Paper 03/59 Londres, The House of Commons, 2003. y Candidate’s expenses 2001 y 2005 Londres, The Electoral Comission, 2002, 2006.

Alfredo Montufar-Helú Jiménez
Juan Yair Martínez Santoyo

2 comentarios:

Bruno Verdini dijo...

La literatura comentada intenta referir cinco asuntos, centrándose en Gran Bretaña: dimensión de clase, dimensión ideológica, tipo de racionalidad de los votantes, impacto y financiamiento de campañas. El último tema está sostenido en dos trabajos que se siguen la pista (Levitt 1994, Adams 2001), con la mención del caso del partido liberal. En este sentido: ¿qué conclusiones pueden extraerse de las elecciones del fin de semana en Escocia y Gales? Los laboristas perdieron el mando en Escocia ante el SNP de Alex Salmond, empero Tories y Liberales mantuvieron casi el mismo número de escaños: ¿qué se pudo observar en las campañas? En lo que respecta al relato sobre el rol de los medios de comunicación por Blunder (1987), resulta literatura con casi 20 años de atraso respecto al reciente análisis de Richard Gunther & Anthony Mughan (2005). Los autores conducen un amplio estudio comparado del impacto de los medios de comunicación en el espectro político: la mayoría de los regímenes parlamentarios en el mundo están incluidos y controlados en distintas variables. Finalmente, un trabajo de Bueno de Mesquita sobre el parlamento Israelí (Comparative Politics 2000) puede completar su aproximación al tipo de racionalidad de los votantes desde una perspectiva comparada.

Ivan Flores dijo...

La bibliografía comentada es para reseñar los textos, no para decir porqué tu proyecto está muy bien o contestar críticas.
La bibliografía tiene una temática muy amplia, esto señala que no tienen un proyecto concreto de investigación. Deben de definir mejor su pregunta de investigación para focalizar más su investigación. Finalmente, creo que falta un artículo que indentifique si hay o no coattail effect en Gran Bretaña porque no es algo que sea tan evidente.