jueves, mayo 10, 2007

Grupos de interés y la aprobación del TLCAN en EUA

Luis Fernando Fernández, Oscar Mendoza

Analizaremos la influencia de los grupos de interés en la aprobación del TLCAN (1993) en el Congreso estadounidense. Utilizaremos el ADA score, una escala de medición de la ideología de los legisladores, para poder analizar si existieron vote switchers[1] al momento de la aprobación del tratado. Para evitar cualquier tipo de sesgo, además del ADA score, compararemos la votación final del TLCAN con la votación del tratado de libre comercio EUA-Canadá (1988). Con esta comparación esperamos ver si un legislador que votó en contra del tratado de libre comercio con Canadá, debería votar en contra del TLCAN debido a su ideología o simplemente por el tipo de estado que representa. En caso contrario, habremos encontrado un vote switcher, lo que significaría que los grupos de interés y el cabildeo intervinieron en los procesos de decisión. Con base en esto profundizaremos en la razón de la dirección de su voto y qué efecto tuvo sobre la decisión final del legislador.



[1] Alguien que vota en contra de su ideología o sus preferencias.

5 comentarios:

Rebeca Romo dijo...

Creo que hacen falta más controles a parte de a ideología. Tambien deberían ver cómo van a definir un gruipo de interes y cuál será la clasificación con base en la cual van a analizar si un grupo de verdad tendría el suficiente interes en el asunto. Y por otro lado, si sólo controlan ideología no están tomando en cuenta el montón de correlaciones que esta variable tiene y que podría sesgar sus resultados, por ejemplo el partido al que pertenecen, los incentivos qyue tienen parq complacer a su electorado y para tener disciplina, además, el tipo de estado que representa y su ideología pueden tener una fuerte correlación. Queda un poco ambiguo eso de "qué efecto tuvo sobre la decisión final del legislador si no controlan más cosas que la literatura de comportamiento legislativo señala, podrían leer un poco de Patterns of legislative politics : roll call voting in Latin America and the United States Scott Morgenstern igual y les ayuda.

Anaid Reyes Hernández dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anaid Reyes Hernández dijo...

El problema principal es encontrar las razones de los legisladores traidores ¿o no? Así que coincido en que hace falta plantear más posibles razones para poder evaluar al posible voto estratégico, pues esto le dará más sustento a su comparación e interpretación. Además, ¿debo suponer que dados los datos que utilizarán sólo van a basarse en los legisladores reelectos? ¿Acaso son éstos los más suceptibles a caer en las redes de los grupos de interés? Quizá esta es una de las posibles preguntas implícitas en su trabajo.

Angel Candia dijo...

Aunque me parece un tema interesante y además relevante para entender el comportamiento de los legisladores, creo que hay varios puntos que les están faltando. Al igual que mis compañeras, me parece que hay un vacío teórico en su abstract. Por una parte queda muy claro cuál es la estrategia que pretenden seguir (bien! carita feliz), pero por la otra quedan muchos temas y términos nadando en la ambiguedad (mal! carita triste).
Además, me parece que a parte de la ideología pueden existir muchos más factores que puedan influir en la toma de decisiones en este tipo de casos.

Bruno Verdini dijo...

Ya que analizarán los dos tratados de libre comercio, Antonio Ortiz Mena en “Getting to No: Defending Against Demands in NAFTA Energy Negotiations” (CIDE DTEI 126, 2005), establece un marco para comparar NAFTA con CUSFTA. Les pueden ser útiles las aportaciones de Krasner y Keohane respecto a las distintas posturas teóricas sobre asimetrías de poder y cómo las aprovechan los grupos de interés domésticos en los clivajes internacionales. Además, el texto muestra de qué manera los marcos de negociación impactan el empleo de distintas estrategias comerciales (defensiva, ofensiva, mixta) y cómo México a través del COECE y con el consejo del Bufete estadounidense Shearman & Sterling pudo explotar las divisiones que existían entre el Secretario de Comercio Robert Mosbacher (que defendía los intereses del “Grupo Texano”) y la jefa de la USTR Carla Hills. Son varios los casos en los que Serra Puche sacó provecho de conocer las preferencias de los legisladores de manera directa (México invirtió alrededor de 35 millones de dólares para estudiar las posiciones en ambas cámaras estadounidenses en distintas dimensiones), lo que facilitó el no ceder ante presiones del Ejecutivo estadounidense. Finalmente, esta discusión está ampliada y nutrida por varios capítulos del libro de John Odell (Negotiating Trade: Developing Countries in the WTO and NAFTA), editado por Cambridge el año pasado.