domingo, abril 10, 2005

¿Expectativas creíbles?

Arely Miranda González
Rafael Solís Moreno

Comprobaremos que existe una relación entre el gasto partidista propagandístico destinado a rubros como difusión y descrédito del gobierno en turno, apoyo a la educación, a actividades culturales, desarrollo regional, y el gasto real de ese mismo partido cuando llega al gobierno. Analizando el historial de gastos de los tres partidos principales sabemos que cada uno en principio acomoda su presupuesto con respecto a su plataforma para poder ganar elecciones. Sin embargo, cuando llega al gobierno parece ser que estas promesas no serán cumplidas de acuerdo con la línea partidista. Esto porque en la administración de sus recursos (que ya son diferentes) participan también otros actores políticos y sus responsabilidades son más amplias. Dado que cada partido tiene gastos que lo identifican (e.g. el PAN en desarrollo de las empresas, el PRI en educación, el PRD en obra pública), cuando se sale de las proporciones habituales de éstos en la pre-campaña se vuelve una predicción del verdadero gasto que se hará en ese rubro si es que el partido gana. La prueba empírica de esto son los ‘paquetes de gastos’ del partido ganador de antes y después de la campaña, en el tiempo, en diferentes estados del país.

2 comentarios:

MaBz dijo...

Me parece interesante la idea, mas no comprendo muy bien la relación que emplearon.
A mi me parece que es muy distinto el gasto para obtener el cargo, a cuando ya lo tienes, pues tus motivos pueden ser claramente distintos.
Si un gobernante creyese que lo correcto es gastar en apoyo al sector empresarial, no tiene mucho caso que se invierta dinero en obtener el voto de los empresarios, si ellos representan un menor porcentaje de la votación que un grupo vulnerable y sabes que el voto del sector empresarial muchas veces es definido en reuniones privadas, entre los candidatos y las cámaras que componen al gremio.
En otro sentido, cada estado tiene distintas motivaciones y urgencias que pueden diferir claramente, más allá de quién sea el que gobierne. Si un estado es el que cuenta con el nivel de educación más bajo a nivel nacional, cualquier partido que gane orientará sus políticas a revertir esta situación, sin tener que voltear necesariamente a cómo gastó en la campaña.

Javier Aparicio dijo...

Creo que la relación entre tipo de gastos y promesas de campaña, y el tipo de gasto una vez en el poder no es muy clara y sobre todo difícil de medir cuantificar: Casi nadie sabe cómo y cuánto se gasta en las campañas y casi todos los candidatos "prometen lo mismo" (un resultado del TVM, por cierto).

Una alternativa interesante sería tomar las "plataformas" de cada partido (que casi no cambian, y supuestamente son percibidas por los electores) y ver si a la hora de llegar al poder, las autoridades elegidas en verdad "gastan" de acuerdo a sus plataformas: en una de esas el PAN hace más obra pública y el PRD menos transferencias... Pero a lo mejor gastan igual--lo cual soportaría el TVM y las teorías apartidistas.