La educación de la población es importante debido a que conlleva beneficos sociales y económicos. Por ello es importante estudiar los factores que influyen en la calidad educativa para poder identificar aquellos que afectan de manera positiva. Este trabajo pretende estudiar, a través de un análisis cuantitativo, si realmente un mayor gasto educativo tiene una incidencia positiva en el desempeño académico de los estudiantes.
Para ello, consideraremos como variable independiente el nivel de aprendizaje de los alumnos medido con las pruebas de competencia en lectura, matemáticas y ciencias del Program for International Student Assessment (PISA) realizado por la OCDE. Trataremos de explicar los diferentes niveles de esta variable con los recursos financieros y humanos invertidos en educación como porcentaje del PIB. Contemplaremos el gasto público, el privado, el directo, el corriente, el indirecto, el de capital y el de inversión.
Nuestra hipótesis es que el verdadero punto de partida para analizar la calidad educativa debe provenir de la eficiencia con que se destinan y se administran los recursos en las escuelas, de la calidad del profesorado y del sistema de incentivos que se maneje dentro del propio sistema educativo. Los recursos importan en cuanto se administran adecuadamente. Los niveles de crecimiento no están relacionados con el nivel de gasto en educación, sino con la calidad y la eficiencia de la misma. Un mayor aumento de gasto educativo no necesariamente mejorará el desempeño estudiantil, si no está administrado adecuadamente.
Para ello, consideraremos como variable independiente el nivel de aprendizaje de los alumnos medido con las pruebas de competencia en lectura, matemáticas y ciencias del Program for International Student Assessment (PISA) realizado por la OCDE. Trataremos de explicar los diferentes niveles de esta variable con los recursos financieros y humanos invertidos en educación como porcentaje del PIB. Contemplaremos el gasto público, el privado, el directo, el corriente, el indirecto, el de capital y el de inversión.
Nuestra hipótesis es que el verdadero punto de partida para analizar la calidad educativa debe provenir de la eficiencia con que se destinan y se administran los recursos en las escuelas, de la calidad del profesorado y del sistema de incentivos que se maneje dentro del propio sistema educativo. Los recursos importan en cuanto se administran adecuadamente. Los niveles de crecimiento no están relacionados con el nivel de gasto en educación, sino con la calidad y la eficiencia de la misma. Un mayor aumento de gasto educativo no necesariamente mejorará el desempeño estudiantil, si no está administrado adecuadamente.
Brisna Beltrán & Roberto Martínez Barranco
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