Jenny Guardado y Sandra Ley
Existe la opinión generalizada de que el proceso de liberalización económica que actualmente vive México está asociado con una disminución del gasto público en materia de redistribución social. No obstante, estudios recientes han demostrado que en realidad la proporción del gasto gubernamental en dicho rubro ha aumentado con respecto a años considerados como altamente redistributivos. Igualmente, se ha observado que ha habido un cambio en los objetivos que persiguen dichas políticas. A diferencia de años anteriores, actualmente hay mayores transferencias hacia los niveles de educación básica, a costa de inversiones en niveles superiores.
A partir de dichas circunstancias podemos analizar, en primer lugar, no sólo las razones para el aumento en el gasto gubernamental en proyectos anti-pobreza, particularmente el caso del programa Oportunidades, sino también la permanencia de este programa dentro de un marco político que claramente ha cambiado a partir del año 2000. Intuimos que las razones no son meramente de eficiencia económica, sino también político-electorales. En segundo lugar, analizaremos cuáles han sido los cambios que ha sufrido el programa, tras la transición democrática del 2000. En tercer lugar, estudiaremos un aspecto paradigmático que refleja este cambio en las políticas: la educación. Esperamos encontrar que existen tanto razones políticas como de eficiencia económica que han determinado la permanencia y expansión de los programas anti-pobreza en México.
Existe la opinión generalizada de que el proceso de liberalización económica que actualmente vive México está asociado con una disminución del gasto público en materia de redistribución social. No obstante, estudios recientes han demostrado que en realidad la proporción del gasto gubernamental en dicho rubro ha aumentado con respecto a años considerados como altamente redistributivos. Igualmente, se ha observado que ha habido un cambio en los objetivos que persiguen dichas políticas. A diferencia de años anteriores, actualmente hay mayores transferencias hacia los niveles de educación básica, a costa de inversiones en niveles superiores.
A partir de dichas circunstancias podemos analizar, en primer lugar, no sólo las razones para el aumento en el gasto gubernamental en proyectos anti-pobreza, particularmente el caso del programa Oportunidades, sino también la permanencia de este programa dentro de un marco político que claramente ha cambiado a partir del año 2000. Intuimos que las razones no son meramente de eficiencia económica, sino también político-electorales. En segundo lugar, analizaremos cuáles han sido los cambios que ha sufrido el programa, tras la transición democrática del 2000. En tercer lugar, estudiaremos un aspecto paradigmático que refleja este cambio en las políticas: la educación. Esperamos encontrar que existen tanto razones políticas como de eficiencia económica que han determinado la permanencia y expansión de los programas anti-pobreza en México.
1 comentario:
Su abstract contiene tres elementos que pueden explorarse más a fondo:
1. La falsa "percepción" de que antes de que llegaran los "neoliberales" el Estado era más redistributivo. (Y sí que lo era, pero anti-pobres). Esto requiere un estudio de encuestas.
2. La economía política de los cambios en el gasto anti-pobreza de un tiempo a esta parte. Aquí los economistas han hecho mucho, pero sin explicar razones políticas.
3. La economía política de los cambios en los grandes rubros del "gasto social" como educación o salud. Esto lo han estudiado menos los economistas, pero es claro que este gasto involucra a más "veto players" que el punto 2.
Estudiar los tres fenómenos parece demasiado. Yo eligiría uno sólo, o en su caso explorar las diferencias entre 2 y 3.
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