Ximena Contla Romero y Ariel Gómez
Mediante esta investigación, queremos analizar qué tan influyente ha sido en México el hecho de que se cuente a partir de 1997 en nuestro país con un gobierno dividido para el avance democracia y las tomas de decisiones que lleven a cabo las reformas que el país demanda.
Dado que ningún partido ha conseguido ganar una mayoría absoluta en el Congreso, y que ahora los presidentes (Zedillo y Fox) tengan que negociar con los partidos de oposición las reformas necesarias para el fortalecimiento y el florecimiento de la política y la economía mexicanas, se puede pensar que en México existe un estancamiento por el equilibrio de los poderes, ya que el constante conflicto entre ellos ha dado lugar a que los cambios requeridos por el país no se lleven a cabo.
Deseamos evaluar las principales reformas que se han llevado a la legislatura y al ejecutivo, ver el proceso de negociación entre los poderes, y observar qué tan factible ha sido que dichas reformas se hayan llevado a cabo o no. Con esto, podremos ver qué tan deseable es realmente que exista dicha división de poderes y el conflicto entre ellos para el mejoramiento económico y político de México.
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1 comentario:
En otras circunstancias, diría que ya basta con tanta propuesta sobre gobiernos divididos y reformas sexenales. Pero hay más material relevante en estas áreas de lo que muchos imaginan.
Antes que nada, ojo con usar términos como "división de poderes" cuando te refieres a gobierno dividido (GD)--no es lo mismo.
Entiendo que les interesan las consecuencias del GD. A mí también. Aprovechando que hay otras parejas explorando Zedillo y Fox, pueden platicar con ellos para intercambiar ideas.
Dado que otros tocaran aspectos de la no-reforma fiscal (osea ingresos), una opción (altamente recomendada) es que tomen un rubro específico, digamos el presupuesto de egresos (PEF), y le den seguimiento desde 1995 a la fecha y comparen cómo ha cambiado el proceso presupuestal antes y después de GD. Recuerden que la novedad de este año es la incertidumbre sobre el veto presidencial en materia del PEF--que hasta ahora todos creíamos estaba allí. Hay mucho valor agregado tan sólo en comprender, y analizar (así sea descriptivamente) el proceso del PEF en los últimos años: créanme, muchos economistas y politólogos lo ignoramos.
Si esta sugerencia no les convence, no dudo que encuentren otro aspecto interesante.
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