Cuando existe una falla de mercado que crea costos sociales significativos, el gobierno tendrá una justificación para incrementar políticas publicas -siempre y cuando el costo de estas sea menor a la de la falla de mercado. Sin embargo los costos de la política pública no son solo operativos (como el aumento necesario de la burocracia); también existen costos sociales innevitables como el de la corrupción, derivados de la situación de agente en la que se encuentran los burócratas (situación privilegiada que le permite cobrar rentas o transferir subsidios). Se supone que por ser un acto racional el gobierno que quiera implementar una política pública también debe tomar en cuenta estos costos extra. En esta investigación analizaremos un caso específico de política pública: El programa "Hoy no circula" de 1994 al 2000. Analizaremos los costos operativos de la política, las posibles situaciones que en el mercado haya creado, si cumplió eficazmente sus objetivos, y finalmente en quien incidieron los costos extras de la política pública. Al averiguar estos costos sociales expost, podremos saber si de algún modo el gobierno realmente los tomó en cuenta, si hubo algún intento de "rent seeking" en el proceso que de hecho impidió que la pólítica fuera más eficaz desde un principio, o si simplemente esta política un tanto ineficaz, era de hecho la única solución al problema. También trataremos de probar que el costo social de la contaminación es muy dificil de medir en términos monetarios, y que por lo tanto es posible que este haya excedido por definición cualquier costo de implementación de política pública. Si esto resulta ser cierto entonces el gobierno no tendría ningún costo real contra cual comparar el costo de la política pública y por lo tanto tampoco ningún interés en minimizar los posibles costos sociales extras de su política.
Uriel Alcántara
Sofia Becerra
martes, abril 26, 2005
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