Mónica Martínez y Everardo Enriquez
La Asamblea Nacional del gobierno austriaco tuvo que disolverse antes de concluir su periodo de legislatura, el cual sería en el otoño de 2003. Los conflictos internos en los que se vio envuelto el gobierno de coalición del Partido Liberal Austriaco (FPÖ) y el Partido Popular Austriaco (ÖVP) a causa de la interpretación y realización del programa de gobierno que tenían acordado dieron lugar a la disolución de la Asamblea Nacional. A pesar de la posición de derecha de ambos partidos, la situación que los llevó a formar finalmente una coalición fue producto de la negación del partido socialista a aliarse con el Partido Popular Austriaco, el cual mantenía el poder pero no la mayoría parlamentaria.
La Asamblea Nacional del gobierno austriaco tuvo que disolverse antes de concluir su periodo de legislatura, el cual sería en el otoño de 2003. Los conflictos internos en los que se vio envuelto el gobierno de coalición del Partido Liberal Austriaco (FPÖ) y el Partido Popular Austriaco (ÖVP) a causa de la interpretación y realización del programa de gobierno que tenían acordado dieron lugar a la disolución de la Asamblea Nacional. A pesar de la posición de derecha de ambos partidos, la situación que los llevó a formar finalmente una coalición fue producto de la negación del partido socialista a aliarse con el Partido Popular Austriaco, el cual mantenía el poder pero no la mayoría parlamentaria.
Fue después de una década de mantener el gobierno en manos de la coalición FPÖ-SPÖ que el espectro de los partidos comenzó a ampliarse notablemente en cuanto al número de partidos y, aún más, en cuanto a los contenidos. En lugar de la situación bipolar de ÖVP y SPÖ, encontramos a mediados de 1999, en el Parlamento, junto a tres partidos medianos (SPÖ, ÖVP, FPÖ), tres partidos pequeños (desde 1986 los Verdes y de 1993 a 1999 el Liberales Forum). Esta situación relativamente nueva para Austria trae consigo consecuencias importantes para la competencia de los partidos, como el aumento en la falta de previsibilidad de la intención del voto en las elecciones, la divergencia cada vez mayor en cuestiones ideológicas, al igual que el planteamiento de nuevos temas.
Finalmente la coalición liberal-conservadora fracasó al desplomarse la Asamblea Nacional en 2002, tras el conflicto desencadenado por la entrada de la República Checa a la Unión Europea, en la que el FPÖ se encontraba abiertamente en contra a pesar de que el ÖVP se pronunciaba a favor. Disputas semejantes se desencadenaron en relación al cierre de la central de Temelin y la reducción de impuestos. De esta manera, en 2003, se consolidó la nueva coalición de los conservadores con el FPÖ y finalmente en las elecciones presidenciales de abril de 2004, resultó electo Heinz Fischer (SPÖ), con el 52.4 % de los votos, frente a la candidata conservadora del FPÖ, que obtuvo el 47.59 %.
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