El precedente de la legalización de las drogas suaves en países “desarrollados”
como Holanda en comparación con países “en vías de desarrollo”, en los que el
narcotráfico prepondera, ofrece un marco comparativo digno de estudio. La
inviabilidad de la legalización de las drogas en México se entiende por costos
políticos y económicos como: la oposición política que conduciría a mayor
inestabilidad y el costo económico de reinstituir salarios para combatir la
corrupción de las autoridades y el ejército involucrados, desde niveles altos
como Nahum Acosta Lugo hasta el nivel más básico de policías. Aunado al caso
mexicano, otro caso de particular interés es el colombiano, en el que el costo
social podría ser mayor dado el impacto que tendría sobre los campesinos que
dependen de la producción de drogas y la oposición de las FARC a tal propuesta.
Por tanto, sería interesante comparar los costos económicos y políticos de una
posible legalización de drogas en México y Colombia con base en la situación
holandesa para determinar si el beneficio económico por recaudación de
impuestos y control sobre drogas compensaría los costos políticos, económicos y
sociales de implementarla.
(Escribió: Arely Miranda)
martes, febrero 08, 2005
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