Sabemos que las instituciones se crean para promover y facilitar un comportamiento que es socialmente deseable y que todo este mecanismo funciona a partir de incentivos. También, sabemos que los mercados ilegales y las mafias son grandes actividades comerciales en los que se manejan enormes sumas de dinero que escapan a fiscalización y a reinversión “productiva”, además de que son negativas por sí mismas.
Los comportamientos ilícitos son graves problemas para casi todos los países, aun para los que tienen instituciones sólidas, y muchas veces se culpa a los gobiernos de no tener intenciones de actuar, pues obtienen dinero al fomentar estas actividades con la corrupción y con la ausencia de castigos; otras veces, se culpa a la sociedad de impulsar, con el consumo, lo ilegal. Entonces, ¿qué sector es el que tiene mayor responsabilidad de estas conductas y cuáles pueden ser los incentivos para solucionarlas? Tal vez, contestando esta pregunta o buscando la respuesta podamos dejar de atacar las actividades ilícitas como si lucháramos contra un enemigo amorfo al cual sólo le damos golpes que tienen ningún efecto.
domingo, enero 29, 2006
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